Atención a tu Intención
«Eres lo que es tu más profundo deseo. Como es tu más profundo deseo, también es tu intención. Como es tu intención, también es tu voluntad. Como es tu voluntad, también serán tus acciones. Como sean tus acciones también será tu destino» Upanishads.
Siempre he pensado que nuestras intenciones son el punto de partida de todo. Las intenciones son las fuerzas que permiten que todo ocurra en nuestras vidas, nos brindan el poder creativo que necesitamos para hacer frente nuestros propios procesos de aprendizaje. Las intenciones nacen cuando nuestra mente se conecta con el entorno, cuando nos enfocamos e invitamos a nuestro corazón para que también participe en ese instante mágico. Es decir la intención nace de nuestros pensamientos y se sustenta con nuestras emociones y sentimientos.
Si lo piensas, todo lo que sucede en el universo parte de una intención, levantarnos de la cama por las mañanas, elegir nuestro vestuario, desayunar, nuestras conversaciones, llamar por teléfono a un amigo, absolutamente todo se forja por nuestras más profundas intenciones y deseos. Podemos decir que las intenciones son impulsos de nuestra conciencia y alma que buscan concretar aquello que deseamos.
Creo que el primer paso es analizar nuestros pensamientos y actitudes, porque a través de ellos manifestamos nuestra realidad y definimos quiénes somos y quienes queremos ser. Disciplina tus pensamientos y tus actitudes; ambos tienen un poder increíble sobre tu habilidad para manifestar tu realidad y convertirte en la persona que quieres ser. Si tienes pensamientos limitantes, estás sellando tu destino. Cambia tu percepción y tu forma de ver tu realidad. Se flexible y fluye hacia lo que quieres conseguir.
Muchas veces nos vemos en la situación de disculparnos con la frase “no fue mi intención”; aquí es importante reconocer que cuando nuestra intención es clara, en equilibrio pensamiento y emoción; todo fluye. Por ello es muy importante reconocer qué intenciones están moviendo nuestras acciones y decisiones. Recuerda que todo lo que exteriorizamos, se fue gestando dentro de nosotros.
Las intenciones son muy poderosas por eso debes focalizarlas, debes abrazar tus decisiones con el corazón abierto y con mucho coraje. Debes tomar un tiempo para meditar y reflexionar acerca de lo que tienes y quieres en tu vida; pensar a detalle en aquello que deseas. Enfócate y visualízalo. No tiene que ser algo material, puede ser un cambio de rutina. “Quiero pasar más tiempo en familia”, “quiero dejar mis dispositivos móviles y prestar atención a mi alrededor” “Quiero comer saludable”, “Quiero ser menos aprensiv@ con mi pareja”, cualquier cosa que tú quieras, pero que sea algo que te haga sentir bien y a gusto.
Estamos a mitad de año y es momento perfecto para revisar nuestras intenciones, esas que escribimos al inicio de este 2016. Mira cuánto has avanzado y cuánto te falta para lograr tus objetivos. Recuerda que la planificación es muy importante porque es nuestra hoja de ruta, nuestra pauta, así que si necesitas replantear este es el momento!
Trabaja en base a una idea concreta, breve y precisa. Puedes escribirla para recordarla y tenerla cerca para leerla con frecuencia. También puede ser una fotografía que te motive a llegar a tu objetivo. Haz un compromiso contigo, revisa tus emociones. Pon atención a tus intenciones porque tienen la fuerza de tu poder.
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