Bitácora Personal

Siempre me ha gustado mucho escribir, cuando era niña escribía un diario en donde acopiaba mis anécdotas y dramas de adolescencia; confieso que alguna vez lo he leído y me he reído mucho y otras veces me he abrazado con ternura. He reconocido a mi yo del pasado y ha sido muy sanador. Con el paso de los años y con la vorágine de las rutinas y obligaciones, abandoné mi diario y lo reemplace por agendas y planners. Luego la vida me llevo a reencontrarme con la escritura gracias a este blog.

Pero volviendo al diario, deje de lado la catarsis diaria, no como recopilación de todo lo que hago durante el día, sino  como el ejercicio terapéutico de identificar mis emociones, exteriorizar como me siento ante distintas circunstancias, ¿para qué?, para no vivir en automático y para saber en qué punto estoy para gestionar con asertividad mis emociones, para liberar mi estrés, para desenredar mis pensamientos.

Pero, ¿cómo escribir en un diario? La clave consiste en abrir las ventanas a lo que ocurre en nuestro interior y en anotarlo con honestidad, algo que no es una tarea fácil, pues tendemos a mentirnos más a nosotros que a los demás. He pensado que voy a incluir este diario personal en mi agenda, es decir en cada día apartaré un espacio para escribir algunas de mis emociones del día, para tomar consciencia de mis cambios, de mis contradicciones y para convencerme de que, para vivir con plenitud, necesito cuidarme, amarme y perdonarme.

Si te hace sentido, tu también puedes empezar a escribir en tu diario, puedes incluirlo en tu agenda,  utilizar un cuaderno, o hacerlo de manera digital; te aseguro que es un gran ejercicio, lo mejor es leerlo a fin de año y descubrir cómo te sentías y la manera en que enfrentaste ciertas situaciones. En resumen es registrar tu evolución para aprender de tus procesos.

Ilustraciones tomadas de Internet
Dulcinea
Sígueme
Últimas entradas de Dulcinea (ver todo)