Camino Correcto
Alguna vez te has preguntado, ¿si estas en el camino correcto?. ¿Si las decisiones que tomas en la vida son las adecuadas?. ¿Has dudado sobre las decisiones y el rumbo de tu vida?… No te agobies, es natural que nos cuestionemos acerca de estos temas. Muchas veces nos toma mucho tiempo encontrar las respuestas a nuestras interrogantes; pero escribí un post para llegar a algunas conclusiones que nos pueden ayudar a encontrar nuestras propias respuestas.
Siempre he concebido la vida como un camino de felicidad, entendiendo felicidad con lo bueno y lo malo que nos toca vivir. A fin de cuentas, todo sucede por alguna razón y aunque nos haga sufrir y no encontremos lógica; el resultado siempre será positivo, porque es una etapa que nos tocaba experimentar para aprender y como parte de nuestro desarrollo personal.
Si tu corazón vibra con la vida que estás viviendo, entonces estás en tu camino correcto. No importa cuántas vicisitudes se presenten, lo importante es que tengas la convicción de que debes superar las adversidades para vivir a plenitud. Tu disposición siempre es importante, porque de ella depende tu lucha por alcanzar tus objetivos.
Me gusta imaginar mi vida como un largo camino con senderos y bifurcaciones que son las decisiones que debo tomar; porque a cada paso y cada decisión tomada el camino vira de manera mágica. A veces las personas piensan que han tomado malas decisiones en sus vidas; pero si lo analizamos, son los caminos que debíamos recorrer para convertirnos en las personas que hoy somos. Creo que siempre debemos buscar nuestro propio soporte emocional y abrazar nuestras decisiones, aunque los resultados sean diferentes a los que imaginamos; lo importante es hacernos cargo y aprender lo que nos toca. Nuestra vida de hoy es el resultado de nuestras decisiones.
Si eres del tipo de personas que se convierte en su peor enemigo pensando, “eso no funcionará”, “no tengo posibilidades”, “no estoy preparado” “¿y si me equivoco?” “no vale la pena”; es hora de sacudir esos miedos enquistados y dejar fluir nuestras ideas y deseos. El primer paso es reconocer nuestras prioridades a nivel personal, profesional y social. Tal vez algunas veces tengas dudas acerca de tomar ciertas decisiones, lo mas importante es que tengas claro que es lo que quieres y lo que no en la vida. Debemos trabajar en conectar con nuestra intuición, con nuestra voz interior. La intuición es nuestra mejor aliada porque nos ayuda a abrir los canales de comunicación con nuestro centro, con lo que realmente somos y nos ayudará a elegir desde nuestra autenticidad.
Para reconocer nuestro camino correcto debemos descubrir la mejor versión de nosotros mismos, creando con honestidad la vida que deseamos. La certeza de nuestro camino correcto esta en nosotros mismos, en nuestro corazón. El camino correcto es sin duda, el que hemos elegido.
Te contaré una fabulosa historia que puede graficar lo que hemos explicado, recuerda que la certeza del camino correcto vive dentro de ti!!!
Los Duendes y el Camino Correcto
Cuenta la leyenda que antes de que la humanidad existiera, se reunieron varios duendes para hacer una travesura.
–Uno de ellos dijo: Pronto serán creados los humanos. No es justo que tengan tantas virtudes y tantas posibilidades. Deberíamos hacer algo para que les sea más difícil seguir adelante. Llenémoslos de vicios y defectos; eso los destruirá.
–El más anciano de los duendes dijo: Está previsto que tengan defectos y dobleces, pero eso solo servirá para hacerlos más completos. Creo que debemos privarlos de algo que, aunque sea, les haga vivir cada día un desafío.
– ¡Que divertido!!!!!! – dijeron todos. Pero un joven y astuto duende, desde un rincón, comentó: Deberíamos quitarles algo que sea importante…..¿Pero qué?
Después de mucho pensar, el viejo duende exclamó: ¡Ya se! Vamos a quitarles la llave de la felicidad.
– ¡Maravilloso…fantástico…excelente idea! – gritaron los duendes mientras bailaban alrededor de un caldero.
El viejo duende siguió: El problema será donde esconderla para que no puedan encontrarla.
El primero de ellos volvió a tomar la palabra: Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo.
A lo que inmediatamente otro miembro repuso: No, recuerda que tienen fuerza y son tenaces; fácilmente, alguna vez, alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos podrán escalarlo y el desafío terminara.
Un tercer duende propuso: Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar.
Un duende pensativo contestó: No, recuerda que tienen curiosidad y en determinado momento construirán un aparato para poder bajar y entonces la encontraran fácilmente.
Otro dijo: Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra.
A lo cual los otros dijeron: No, recuerda su inteligencia, un día alguno va a construir una nave en la que puedan viajar a otros planetas y la van a descubrir.
Un duende viejo, que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás, se puso de pie en el centro y dijo: Creo saber dónde ponerla para que realmente no la descubran. Debemos esconderla donde nunca la buscarían.
Todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono: ¿Dónde?
El duende respondió: La esconderemos dentro de ellos mismos…muy cerca de su corazón….
Las risas y los aplausos se multiplicaron. Todos los duendes reían: ¡Ja….Ja….Ja…! Estarán tan ocupados buscándola fuera, desesperados, sin saber que la llevaran consigo todo el tiempo.
El joven escéptico acotó: ¡Los hombres tienen el deseo de ser felices, tarde o temprano alguien será suficientemente sabio para descubrir dónde está la llave y se lo dirá a todos.!
– Quizás suceda así – dijo el más anciano de los duendes-, pero los hombres también poseen una innata desconfianza de las cosas simples. Si ese hombre llegara a existir y revelara que el secreto está escondido en el interior de cada uno …..nadie le creerá.
Anónimo.
Ilustraciones tomadas de Internet
- La Divinidad en Hozier - 13 julio, 2024
- La Infoxicación y las Relaciones Interpersonales - 26 junio, 2024
- Gente Gentil - 17 junio, 2024