21 noviembre, 2016 por

Con absoluta Certeza

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Puede ser que estés enfrentando algunas situaciones desafiantes en tu vida, ambientes agrestes en tu trabajo, relaciones conflictivas o incluso sientas que ciertas conductas o comportamientos de gente que te rodea, te lastima. Es importante saber y reafirmar que todo lo que ocurre en nuestras vidas tiene un sentido; aunque a veces no entendamos las razones; ten la certeza de que es parte de tu camino de aprendizaje.

La certeza es tener conciencia, más allá de la fe, la confianza y de la esperanza porque estas se asocia a la expectativa. La certeza no tiene que ver con estímulos externos, se trata de nuestro poder personal que emana desde nuestro interior, es nuestra sabiduría espiritual que se enfrenta con valentía al miedo y la duda; trasciende a nuestra percepción limitada y toma acción a pesar de las vicisitudes.

Cuando estamos enfrentando situaciones difíciles sentimos agobio y desesperación; tal vez hasta dudamos de nuestra capacidad de manejar la situación; pero estas sensaciones no nos ayudarán a solucionar los problemas. La única solución es mantener la calma y ver las cosas en perspectiva; saber con total certeza que algo bueno puede surgir del caos. Es encontrar un espacio de luz en la sombra, y esa luz solo puede provenir de nuestro interior.

Cuando empezamos a dudar, desconfiar de nosotr@s mismos y sentimos miedo, es porque sentimos incertidumbre del futuro, de lo que está por ocurrir; eso es parte de nuestro ego que nos invade con pensamientos negativos y nos muestra escenarios que aún no han ocurrido. Para combatirlo debemos tener certeza, que es acción, que nos motiva a salir de nuestra zona de confort y ser valientes.

En la medida que trabajemos en nuestra certeza, dejaran de inquietarnos los problemas cotidianos porque nos desapegaremos de cualquier resultado, aceptaremos a la perfección cada evento como parte de nuestra evolución, de nuestro trabajo espiritual. No permitamos que ninguna situación interfiera con  nuestra certeza! Debemos enfrentar cada día con entusiasmo, poniendo nuestro máximo esfuerzo en todo, con la certeza absoluta que todo lo que hay en nuestras vidas son bendiciones que nos ayudarán a ser cada día mejores personas y a construir la vida que queremos vivir.

Ilustraciones tomadas de Internet
Dulcinea
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