Conectando Conmigo
Debo empezar este post, confesando que la primera vez que medite, muchos años atrás, me aburrí muchísimo y no sentí ningún cambio en mi interior. Fue un día muy caluroso y mi mente estaba en mil lugares, menos ahí. Cero concentración, cero intención, cero resultados. Años después pude comprender que la meditación es más que una pose, es la mágica conexión conmigo.
Meditar es la conexión directa con nosotros mismos; es como unir el cielo con la tierra a través de nosotros. Meditando podemos encontrar respuestas, agradecer, vivir a plenitud nuestra felicidad, vibrar con nuestras energías. Podemos entrar en verdaderos estados de conciencia acerca de lo que sucede en nuestras vidas y valorar cada experiencia que vivimos.
A través de la meditación, podemos dejar fluir la luz interior, ser objetivos con nosotros mismos y ver las cosas como realmente son. Me refiero a dejar fluir nuestra propia conciencia en estado natural, contemplar sin juzgar. Siempre he pensado que mientras meditamos nos convertimos en espectadores, de nosotros mismos. Tenemos la oportunidad de analizar manteniendo distancia de nuestros pensamientos, recuerdos, deseos, fantasías, temores y sueños. Se trata de dejar interpretar con la mente y sentir con el corazón!!
Meditar es el arte de la Contemplación. Es un ejercicio de introspección individual; aunque se puede meditar en grupo con una guía y mucha concentración; el viaje interior y los resultados siempre son individuales. Lo primero que debemos hacer es aquietar nuestra mente, tratar de tomar el control de nuestros pensamientos y nuestras emociones. Esta es una tarea algo difícil, pero poco a poco lo lograremos. Si alineamos nuestro cuerpo, alma y espíritu con pensamiento, sentimiento y voluntad; lograremos una adecuada meditación. Comprobarás que los resultados de tu meditación se compenetrarán todos los aspectos de la vida, beneficiándonos no sólo a nosotros, sino también a los demás.
Cada quien deberá practicar la meditación que le fluya del alma, no importa si es de manera empírica, solo siéntate en una postura cómoda con la espalda recta y vertical, esto para evitar que te duermas porque caerás en un estado de relajación profundo, asi que no es difícil que suceda. Cruza las piernas en posición de flor de loto, para que la espalda se sostenga recta sin esfuerzo y la postura puede mantenerse durante largo tiempo. Si es complicado para ti, puedes poner un cojín y si tienes alguna limitación o te produce dolor, puedes acostarte en el piso, boca arriba. Recuerda que tú eres el dueño de tu meditación.
Tú decides si meditas con los ojos abiertos o cerrados. En cuanto a las manos, deberás colocarlas sobre las rodillas, puedes ponerlas con las palmas hacia arriba, para recibir la energía universal. También puedes aplicar Mudras (posición de las manos): Mudra de la sabiduría, con las manos sobre las rodillas, palmas hacia arriba y dedos extendidos, salvo pulgar e índice que rozan sus yemas al formar un círculo. Mudra del vacío o cósmico, formando un óvalo con las palmas una encima de la otra y los dedos pulgares rozando sus puntas. Mudra del amor, con las palmas juntas a la altura del pecho (este mudra no se suele mantener durante la meditación, sirviendo únicamente para iniciarla y finalizarla).
El tiempo dedicado a la meditación varia y no es importante. Tú eliges el tiempo de tu conexión contigo mismo. Tampoco es importante la hora, todo momento es bueno para meditar. La meditación tiene efectos relajantes, combate la hipertensión y el estrés. Proporciona seguridad en uno mismo, confianza, fuerza mental. Cuando meditamos la respiración y los latidos del corazón se vuelven más pausados, causando que su presión arterial se normalice, las funciones inmunológicas del cuerpo mejoran considerablemente.
Para meditar solo necesitamos tener muchas ganas de conectar con nosotros; a mí me ayuda mucho a reflexionar sobre lo vivido en el día. Me pasa que siento que todo sucede tan rápido que no nos detenemos a disfrutar lo bueno y lo malo que nos ocurre; así que meditar es una buena oportunidad para desconectar mi mente y darle protagonismo a mi corazón. Para meditar, prendo velas y enciendo una varilla de incienso porque me gusta crear mi propia atmósfera. Siento que la meditación me brinda felicidad y me envuelve de sentimientos amorosos hacia mí y con los demás. Medita todo lo que puedas, como quieras y en el tiempo que tú decidas, recuerda que la premisa siempre es la libertad!!
La Meditación según Osho
«SI REALMENTE quieres llegar a conocer la verdad, de que significa meditar o comprender la meditación, debes en primer lugar dejar la mente a un lado, dejar la religión, y dejar a tus Santos y Dioses en paz .
Las escrituras no te servirán de nada. Tampoco te servirá de nada irte al Himalaya. Sólo hay una cosa que te puede ayudar: empezar a ver las cosas sin la mente. Cuando mires a una flor, no permitas que la mente diga nada. Sólo mírala. Será difícil debido a tu viejo hábito de interpretar. Siempre estás interpretando, y las interpretaciones difieren. Las interpretaciones dependen de la mente.
Cómo ves las cosas depende de ti, no de las cosas. A no ser que llegues a un punto en el que abandones la mente interpretativa y veas directamente, inmediatamente, la mente es tu mediador. Te trae las cosas distorsionadas, te trae las cosas mezcladas con interpretaciones. No son puras.
Así que la única forma de alcanzar la verdad es cómo aprender a que tu visión sea inmediata, cómo abandonar la ayuda de la mente… Esta gestión de la mente es el problema, porque la mente sólo puede crear sueños. Y puede crear sueños maravillosos que pueden emocionarte. Y a través de esa emoción el sueño empieza a parecer la realidad.
Si te emocionas demasiado, estás intoxicado, ya no estás en tus sentidos; lo que ves entonces es una proyección tuya. Y hay tantos mundos como mentes, porque cada mente vive en su propio mundo. Puedes reírte de la estupidez de los demás, pero hasta que no empieces a reírte de la tuya propia no serás capaz de convertirte en un Ser natural, el hombre de la verdad. Entonces, ¿qué hay que hacer?
Inténtalo con pequeñas cosas: no hagas intervenir la mente respecto a ellas. Cuando mires a una flor, simplemente mira. No digas: « ¡Qué hermosa! ¡Qué horrible!». ¡No digas nada! No pongas palabras, no verbalices. Simplemente mira. La mente se sentirá incómoda, intranquila. La mente quisiera decir algo. Simplemente dile a la mente: « ¡Estate en silencio! Déjame ver. Sólo voy a mirar».
Al principio será difícil, pero comienza con cosas en las cuales no estés muy involucrado. Será difícil mirar a tu mujer sin poner palabras. Estás muy involucrado, demasiado enganchado emocionalmente. Enfadado o enamorado, pero demasiado involucrado. Mira cosas que sean neutras: una roca, una flor, un árbol, la salida del sol, un pájaro volando, una nube flotando en el cielo.
Mira solamente las cosas con las que no estés muy involucrado, con las que puedas permanecer desligado, con las que puedas permanecer indiferente. Comienza con cosas neutrales, y sólo cuando lo hayas conseguido muévete hacia situaciones cargadas emocionalmente.
Poco a poco, uno se va haciendo eficiente. Es como nadar: al principio tienes miedo, piensas que no vas a sobrevivir. Y has estado funcionando durante tanto tiempo con la mente que no puedes creer que puedas existir sin ella ni por un solo instante. ¡Pero inténtalo! Y estará iniciando el camino a una meditación de vida diaria».
Osho
Imágenes tomadas de Internet
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