1 mayo, 2020 por

El Confinamiento en tus Propios Términos

Ya han pasado varias semanas desde que muchos países y ciudades en el mundo tomaron la decisión de aislarse para combatir la pandemia del Covid-19. Muchos días y muchas noches, tiempo suficiente para haber pasado por todo los estados de ánimo y para terminar por aburrirnos un poco de todo.

Los medios de comunicación y las redes sociales proclaman la productividad extrema, pero no tienes por qué sumarte a la hiperproductividad, si no lo deseas. Este también es un buen momento para hacer una pausa, desconectar y no hacer nada. Porque tal vez a ti no te apetece hacer una clase de yoga, hornear un pastel, cambiar la decoración de tu piso,  leer  libros por obligación, ver películas pendientes, ni hacer videollamadas forzadas.

El aislamiento nos ha obligado a mudar nuestras rutinas y a estar en casa; por ello es importante analizar cómo lo estamos llevando: ¿estamos haciendo lo que de verdad nos apetece o nos estamos dejando llevar por la corriente de la hiperproductividad de las redes sociales?.

Durante este confinamiento, muchos perfiles de Instagram, grupos de WhatsApp y otros medios de comunicación, nos ofrecen una larga lista de actividades para hacer, esto puede motivarnos  y proporcionarnos muchas ideas para no aburrirnos y mantenernos activos. Sin embargo, también pueden generar ansiedad y frustración si no nos sentimos identificados con esas actividades o, simplemente, porque no nos apetece hacerlas.

No todas las personas vivimos de la misma manera el confinamiento, todo depende de nuestras propias circunstancias, lo importante es que sepamos gestionar nuestra propia situación lo mejor que podamos para que no afecte negativamente a nuestro bienestar y salud emocional.

Ahora tenemos más tiempo disponible del que solíamos tener y esto puede agobiarnos un poco, preguntamos a nuestros amig@s por sus nuevas rutinas y las comparamos con las nuestras, es entonces que llega el sentimiento de culpa por no estar haciendo tanto como los demás. Por ello, es muy importante  escucharse y ser conscientes de nuestras necesidades reales. Debemos dejar de compararnos con lo que hacen los demás y aprender a ser fieles a nosotr@s. ¿Si no te apetece hacer esa clase de yoga a la que asisten cada día tus amigas o subir esa fotografía a stories con el nuevo reto de turno? ¡Pues no lo hagas!

Durante estas semanas pueden surgir todo tipo de pensamientos, emociones  y sentimientos como la tristeza, la rabia, el miedo o la ira; es sanador poder expresarlos  y liberarlos. Lo importante es no quedarse ahí, si los dejamos pasar, también estamos dejando que se marchen.

Creo que es el momento perfecto para hacer una pausa y reconocernos. Dejar de organizar horarios y calendarios y solo fluir, día a día. También es cierto que a muchas personas, esta situación les genera preocupación y stress; y también está bien; lo importante es desarrollar tu método personal para mantener las vibraciones arriba. A continuación te explico cómo se hace:

  • Cuida tú nuestra salud física y emocional.
  • Crea nuevas rutinas y horarios adaptadas a tu nueva realidad, esto te ayudara a mantener el equilibro.
  • Sé paciente con la situación, mantén calma y sigue las recomendaciones de las autoridades.
  • Sé compasiv@ y empatic@ con las personas que te rodean.
  • Diferencia tus rutinas y distingue las del fin de semana, con horarios más flexibles y con unas actividades más relajadas.
  • Cuida tus rutinas de higiene y cuidado diario. ¡Y quítate el pijama cuando te levantes!
  • Reflexiona acerca del mundo al que quieres volver. Depende de nosotros regresar a lo de antes o luchar por intentar cambiar las cosas.
  • Finalmente prioriza lo que es realmente valioso en esta vida porque esta coyuntura nos ha enseñado a valorar y agradecer más lo que hasta ahora dábamos por supuesto: la salud, la familia, los amigos, el tiempo y  la libertad. ¡No nos olvidemos de ello cuando salgamos de vuelta al exterior y volvamos a conquistar las calles!

Ilustraciones tomadas de Internet

Dulcinea
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