El Consuelo del Duelo

Consolar a alguien que ha sufrido una perdida es muy difícil, no se encuentran palabras para expresar las condolencias; por ello muchas personas se sienten muy mal al no ser capaces de encontrar una frase de aliento y optan por no llamar, no visitar, esperar un tiempo prudente e ignorar el hecho porque sienten que pueden ser torpes o causar más dolor.

Lo cierto es que aunque es una situación difícil, se debe afrontar con sensibilidad y solidaridad; no pretender consolar a las personas que se encuentran de duelo con frases hechas y recurrentes que no expresan nada; como por ejemplo «Ahora está en un mejor lugar”, “Dios lo necesitaba más en el cielo que en la tierra” o «Por lo menos él vivió una vida completa», «Yo sé cómo te sientes», «La vida sigue», «Pronto te vas a sobreponer», «Tienes otros hijos», «Tu pena pasará rápidamente» o «Tienes toda una vida por delante».

Aunque no dudo que esas frases hayan sido construidas con buenas intenciones, no son compasivas, no consuelan, no reconfortan, ni conectan con el dolor de nadie; banalizan el dolor y sufrimiento de quien ha perdido a alguien querido.

En este momento pensarás que todo lo que digas no mitigará el dolor y puede ser contraproducente; tal vez estés en lo cierto!, entonces solo sigue tu intuición y no digas nada; solo abraza, acompaña y reconforta en silencio. Piensa que visitar a alguien de suelo no se trata de ti, se trata del deudo. Tu presencia es importante para que transite el camino del dolor y el agradecimiento; pero además también es importante que analices lo que a ti te toca aprender de esa situación.

Ilustraciones tomadas de Internet
Dulcinea
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