11 octubre, 2018 por

El Poder de tu Nombre

El nombre que usamos es parte de nuestra identidad, de quiénes somos y el punto de partida de nuestra marca personal. Algunas personas no utilizan sus nombres originales y eligen otros con los que se sienten más comod@s y está muy bien, porque así lo han decidido de manera consciente y coherente con quienes son.

Usualmente nosotros no elegimos nuestros nombres, los eligen nuestros padres o alguien que estuvo aquí antes que nosotros. Pero, ¿cuáles serán las razones que se tienen para elegir un nombre? Aquí podríamos enunciar cientos de motivos;  en la mayoría de casos es el deseo familiar de rendir homenaje a algún antepasado, así muchos personas llevan el nombre de sus padres, abuelos o algún difunto memorable. Pero también existen otras razones que dan origen a los nombres:

Históricos: Napoleón, Plutarco, Galileo, Arturo, Carlos, etc.

Sagrados: Pura, Encarnación, Milagros, Concepción, María, etc.

Angélicos como Gabriel, Rafael, Zadquiel, Miguel, Ángel, Ariel, Raguel, etc.

Bíblicos: Jonás, Isaías, Pedro, Tadeo, Lucas, etc.

Cinematográficos: Marlon, Steve, Silvester, Brandon, Briggitte, Daisy, Mickey, etc.

Musicales: Thalia, Paulina, Grease, León, Annie, etc.

Geográficos: Athenas, África, América, Murcia, etc.

Naturaleza: Flor, Rosa, Margarita, Liz, Cielo, Ghia, etc.

Otros nombres se atribuyen a cuestiones coyunturales, modas, colores, anhelos, deseos, amores del pasado, composición por silabas de los nombres de los padres, nombres en otros idiomas, etc.

Es importante saber que los nombres tienen mucho poder, un karma que se hereda. Si el nombre tiene una  historia secreta, esta influenciará y muchas veces se repetirá en quien lo ha recibido. En este punto puede que te sientas vulnerable porque tú no elegiste tu nombre y no quieres repetir historias ajenas; lo mejor que puedes hacer es conocer el origen de tu nombre, su significado y las razones por las que tú lo llevas. Luego se consciente de toda la historia que hay detrás de él y agradécelo desde tu corazón. Enfócate en cortar las cadenas y en que ese nombre y su historia no será un limitante en tu vida.

Y si tienes que elegir un nombre para alguien, asúmelo con responsabilidad; los nombres son mantras, frases de poder que se llevan a lo largo de la vida. Toma conciencia de ello y elige desde el corazón, con mucha energía amorosa. Que el nombre que escojas tenga mucho sentido para ti, que resuene en tu alma y que sea el punto de partida de una nueva historia que también será parte de la tuya.

Ilustraciones tomadas de Internet
Dulcinea
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