El Precio del Dinero

La falta de dinero muchas veces nos puede llevar a la desesperación y es la razón por la que muchas personas cometen grandes errores, como el endeudamiento excesivo o abandonar sueños y proyectos. Todos hemos sentido alguna vez que trabajamos solo para pagar cuentas y que el dinero nunca es suficiente. Pasamos mucho tiempo precupad@s por el dinero: por ganarlo, conservarlo, tener suficiente. Los presupuestos pueden ser ajustados y los gastos parecen crecer y crecer. Y la rutina diaria del trabajo puede parecer una rueda de hámster sin fin.

La preocupación y pensamientos angustiantes solo nos hacen vibrar bajo, sesgar nuestra creatividad y caer en un escenario de pesimismo y bajas energías; esto solo hará que nuestra situación financiera empeore porque entonces, seremos poco productivos.

Las creencias profundamente arraigadas sobre el dinero tienden a ser profecías autocumplidas. Si realmente crees que “nunca hay suficiente” o que “el dinero puede escaparse fácilmente”, estos pensamientos se convertirán en realidad. Es un círculo vicioso que lleva a muchas personas a sabotear sus mejores esfuerzos financieramente y limitar sus perspectivas de éxito financiero.

Pero hay una manera de salir del ciclo, nutriendo y dedicándote a tu propia educación financiera. Esto se logra alejando tu visión del mundo de los temores sobre el dinero y, en cambio, abrazar el paradigma de la abundancia. Los temores al dinero provienen de una mentalidad ancestral que nos dice que los recursos de la tierra son limitados y que es mejor que nos aferremos a lo que podamos para que nadie más lo tome. Esta visión puede haber servido a la humanidad en épocas como la Gran Depresión, pero simplemente no refleja la realidad actual.

Hoy, vivimos en un mundo rebosante de posibilidades, por ello hay que centrarse en las posibilidades, en lugar de en la angustia para poder reconocer las oportunidades y aprovecharlas. El primer paso es entrenarse para reconocer que el mundo es un lugar abundante lleno de progreso, crecimiento y oportunidades, y que solo puedes ganar si participas generosamente en tu ecosistema interconectado.

No permitas que los conceptos de escasez y escasez dominen tus procesos de pensamiento en torno al dinero y las finanzas. Nútrete con historias de progreso, esperanza y oportunidad.

Mantente al tanto de las innovaciones tecnológicas y de cómo pueden ayudar a aumentar la abundancia y el bienestar en todo el mundo.

Piensa en formas creativas de hacer posibles los sueños financieros en lugar de decir: «No, eso nunca podría sucederme a mí». Nuestros pensamientos son esenciales, son cruciales, para que seamos personas prosperas en todos los ámbitos de nuestra vida. “Tu poder está en tu mente, cambia tu manera de pensar, y cambiara tu vida”

Cambia tu perspectiva para reconocer y creer que el mundo es de hecho un lugar abundante lleno de progreso y crecimiento. Cultiva tu ambición, orientada a la pasión que te mueve a conseguir un objetivo, manteniendo el foco en éste y dirigiendo todos tus esfuerzos a ello. Cuando hablo de ambición, me refiero a la ambición interior por manifestar tu propósito espiritual.

Descubre en ti una nueva mentalidad que te anime a conectarte, a inspirar, a colaborar y a crear. No te preocupes por los eventos adversos, mantén la esperanza y el optimismo para que puedas ver las posibilidades en lugar de los peligros; para que puedas reconocer las oportunidades y aprovecharlas. El miedo puede tener su lugar, pero se vuelve debilitante cuando nos ciega a las posibilidades positivas. Y sobretodo, trata de ahorrar todo lo que puedas y no vivas sobre tus posibilidades.

La mejor manera de cultivar tu educación financiera es ser ordenad@ en tus cuentas, no gastar mas de lo que se gana y comprar solo aquello que podemos pagar. El precio del dinero es muy alto, porque involucra a nuestras emociones, por tal razón debemos ser consecuentes con nuestras finanzas.

Dulcinea
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