El Secreto del Silencio

Cuando era pequeña, leí una frase que me impacto mucho, decía “Nadie tanto tiene tanto placer en escucharte, como tú en hablar” y desde entonces me esfuerzo por ser cauta con mis palabras, por dar espacio a escuchar asertivamente y que las conversaciones me nutran y no sean un monologo agobiante.

Winston Churchill decía “se necesita coraje para hablar, pero mucho más para escuchar”. El silencio tiene su encanto, tienen su propio significado y valor. Para escuchar es necesario ser amigo del silencio. En una conversación es necesario practicar el silencio activo, es decir prestar atención; porque cuando alguien nos platica algo importante, es básico que le otorguemos la confianza del que escucha, del que presta interés, para luego analizar y hablar

El silencio es un recurso muy potente que podemos utilizar en nuestras elocuciones, muchas veces los silencios valen más que las palabras. Por ello preparé unos tips que puedes tener en cuenta para gestionar tus silencios en una conversación:

  • Aprende a dejar hablar a los demás, sin interrumpir. No puedes escuchar asertivamente si estás hablando al mismo tiempo que los demás.
  • Presta atención al que habla, no le incomodes mostrando desinterés, no te distraigas jugando, escribiendo o mirando a otro lado.
  • Sé empátic@, intenta ponerte en el lugar del que habla y respeta su punto de vista.
  • Sé tolerante. Mantén la calma y el buen humor.
  • Evita las discusiones innecesarias, los juicios y críticas.
  • Sé prudente con tus argumentos.
  • Sé respetuos@

Considera que es muy importante tener ciertos momentos de silencio y tranquilidad para volver a reencontrarte contigo. Confucio dijo: “El silencio es un amigo que jamás traiciona”. Te invito a ver una película muy inspiradora llamada “El Gran Silencio”,  en donde reflexiona sobra la importancia de callar. Menciona que el silencio es útil por tres aspectos:

  • Como reflexión, es decir, como posibilidad para estar con uno mismo. José Saramago dice que “cada persona es su silencio”.
  • Como medio para expresar emociones.
  • Como instrumento de negociación. Hablamos mucho y callamos poco. Pero qué poder tiene quien sabe callar a tiempo y mirar fijamente a los ojos del otro.

Termino este post citando a Groucho Marx: “Es mejor seguir en silencio y que crean que eres tonto, que abrir la boca y eliminar toda duda”.

Ilustraciones tomadas de Internet
Dulcinea
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