Ensayo y Error
Hoy el universo me regala una tarde deliciosa; estoy sentada aquí acompañada de una deliciosa taza de té de frutas y pensando en el maravilloso mensaje que recibí ayer, un regalo de mis ángeles que fluyó a través de una conversación y me ayudo a encontrar la respuesta e inspiración que estaba buscando.
Días atrás estaba creando algunas ideas y nuevos proyectos para la página cuando de pronto, se cruzó por mi mente un pensamiento limitante “no eso no va a funcionar”, confieso que me desanime un poco, sentí temor de fracasar; pero continúe con la planificación de las actividades que me había propuesto. Esa noche, cené con una vieja amiga que es psicóloga; hicimos un recuento de nuestras vidas, nuestros viajes, libros, conciertos, cotilleos y más y de pronto, de manera mágica tocamos el tema de Ensayo y Error. Me pareció tan interesante, que no dude en sentarme a escribir para compartírtelo.
Ensayo y Error se refiere a nuestra forma más fundamental de aprendizaje, a través de la exploración y el tanteo. Pensemos en un bebe que empieza a caminar, trata de erguirse, cae, vuelve a intentarlo una y otra vez hasta lograrlo. O cuando aprendemos a tocar un instrumento, debemos ensayar una y otra vez hasta lograr sacar la melodía.
El ensayo es el camino a la excelencia, un acto consciente que nos permite explorar, regalándonos un panorama general del lugar donde nos encontramos. Nos ayudará a comprender, integrar y consolidar el aprendizaje. Además de perfeccionar nuestra técnica, otorgándonos nuevos enfoques y estimulando nuestra motivación.
El ensayo es una práctica constante que requiere paciencia, planificación y perseverancia; no se trata de dejarlo todo cuando nos cansemos, sino de seguir adelante con esfuerzo, alejando la autocomplacencia. No sirve de nada excusarse en la falta de tiempo, sencillez de las tareas, dominio del ejercicio. Todo lo importante y excelente debe ser ensayado.
Yo asocio este concepto con el camino de nuestras vidas, con atrevernos a dar el primer paso que nos permitirá evolucionar y realizarnos; aprender de nuestros errores; reflexionar sobre ellos para no repetirlos. Equivocarnos nos da la oportunidad de aprender y modificar; tomar otro camino hasta dar con la fórmula correcta.
Muchas personas conciben el error desde una perspectiva negativa, lo asocian al fracaso. En realidad los errores son el resultado de nuestra inexperiencia, es necesario equivocarnos para aprender y superarnos. Lo importante es la actitud que tomamos al cometer un error, es fundamental tener disposición para reflexionar, meditar, asimilar, valorar, interiorizar y perdonar.
Practica el desapego emocional sobre lo que piensas y sobre tus emociones. Por ejemplo, si te sientes insegur@, no te ahogues en esa inseguridad; reconoce qué emoción estás sintiendo y déjala ir, que sola va a atenuarse. Si vienen a ti pensamientos negativos, sólo obsérvalos como nubes que pasan en el cielo, no enganches con ellos. Mantén tu centro recordando que tú no eres esa emoción y no eres ese pensamiento. Ahora elige alimentar una perspectiva más constructiva de ti misma y mantener tu balance emocional siempre pensando en positivo. Esto te ayudará a comenzar a vivir tus aprendizajes de una manera proactiva; solo así desbloqueas nuevas experiencias cada vez más plenas. Lo importante de este proceso que es imperceptible, pero que vivimos de manera cotidiana en nuestras vidas, es vencer los miedos y atrevernos, tomar acción. No importa si te equivocas, solo inténtalo y aprende lo que te toca. Abraza y analiza cada día de tu ensayo y error.
Imágenes tomadas de Internet
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