Iluminando Nuestra Negatividad

Alguna vez, todos nos hemos sentido algo negativ@s, lo podemos reconocer  en nuestras emociones y acciones. El punto de partida de la negatividad es el dolor, la tristeza, la angustia, el pesimismo, la frustración, la agresividad y el miedo. Y se expande rápidamente a nuestro alrededor de distintas maneras; por ejemplo cuando tenemos algún problema en la calle o en el trabajo y regresamos a casa cargad@s y contestamos mal o estamos enfadad@s.

Tod@s somos seres de luz y canalizadores de energía, por ello podemos canalizar la negatividad de manera diferente. A medida que nos volvemos más conscientes, las emociones negativas pueden salir a la superficie con el fin de ser liberadas y sanadas. Pero, ¿cómo podemos transformar la negatividad?

1) Siendo comprensiv@s; entendiendo que las personas negativas están sufriendo; porque la negatividad es el resultado de rabia contenida, tristeza, estrés y otras emociones. Basta con tener la intención de comprender para que cambie la perspectiva.

2) Tomando consciencia de nuestras reacciones; analicemos cómo respondemos ante un comentario negativo, porque nuestras acciones moverán la energía.

3) Dando espacio a la negatividad de los demás; todos tenemos días malos y no tenemos el poder de mejorar todas las situaciones. Algunas personas sólo necesitan el espacio para procesar su propio dolor y frustración. No es necesario actuar como gurús ni consejeros.

4) Cambiando nuestra perspectiva, cuando pensamos en negatividad creemos que son estímulos externos y que nosotr@s somos incapaces de producirla; lo importante aquí es analizar, identificar, experimentar y transformar. Aprender lo que nos toca de nuestra negatividad y convertirla en una experiencia positiva.

5) Perdonando; el punto de partida es la intención de querer perdonar. Perdonémonos  por las culpas, por juzgarnos, por no comunicarnos, por no entender.

7) Contemplando, ya hemos hablado antes de lo maravilloso de la contemplación. Cuando vivimos algún conflicto es necesario regalarnos  un poco de espacio antes de volver a comunicarnos. Deja que el tiempo haga su trabajo y  contempla la situación. Pregúntate, “¿Qué causó ese malentendido y esa frustración?” Tomemos tiempo para reflexionar sobre nuestras acciones, comportamientos y juicios.

La negatividad es como estar en una cueva oscura que necesita ser iluminada con nuestra luz. Para ello debemos ser comprensivos y compasivos con nosotr@s y con los demás. No se trata de hacer que la negatividad desaparezca, se trata de aprovechar esa oportunidad para sanar, reflexionar y transformarnos.

¿Y qué hay de la energía negativa?, hoy me preguntaron cómo combatirla. Tod@s emanamos energía negativa cuando sentimos celos, envidia, odio o cualquier emoción nociva para nuestro espíritu; para alejarla podemos utilizar un hilo rojo en la muñeca como símbolo de protección, igual que los bebes. Y para alejar estas energías de nuestro hogar, debemos encender una vela blanca y pedir la asistencia de nuestros ángeles.

Aprovecharé este post para hablar de cómo ser positiv@, creo que no se trata de decir palabras lindas y ser optimista; es más que eso porque implica tener un estilo de vida saludable, en nuestra alimentación, en nuestros pensamientos y en nuestros sentimientos. Vivir positiv@ no significa no sentir emociones negativas, se trata de regularlas con éxito; reemplazar los pensamientos negativos por pensamientos constructivos. Tener actitud positiva significa vivir en equilibrio, actuando de manera coherente, tomar decisiones consistentes.

Ilustraciones tomadas de Internet
Dulcinea
Sígueme
Últimas entradas de Dulcinea (ver todo)