La Mano de Fátima
Estoy muy contenta porque hoy compartí la tarde con una amiga a quien no veía desde hace algun tiempo. Además de tomar un café delicioso y tener una plática sensacional acerca de nuestros nuevos libros, conciertos, películas y capítulos de nuestras vidas; me contó acerca de sus nuevos emprendimientos. Debo confesar que la pasión con la que me habló de sus proyectos, me llenó de energía y entusiasmo. Al final del día no solo debo agradecer un café bien conversado; sino que además, mi linda amiga, me dejó como regalo un colgante muy bello de la “Mano de Fátima”. Aprovecharé este regalo para compartir contigo un poco de su historia.
La Mano de Fátima es un amuleto protector de origen islámico, representa una mano con cinco dedos juntos señalando hacia abajo y un ojo. En hebreo se le llama también “Mano de Hamsa”, así como “Mano de Miriam”, en referencia a la hermana de Moisés y Aarón, reconocida como profetisa y asociada con la protección, ya que salvó a su hermano Moisés cuando éste era niño.
Para los judíos, los cinco dedos de la Hamsa se relacionan con los libros de la Torá (el Pentateuco de los cristianos). Para los sunníes con los «Cinco Pilares del Islam» (fe, oración, peregrinaje, ayuno y limosna) y para los chiítas con las «Cinco Personas del Manto» (Mahoma, Fátima, Alí, Hasán y Husein). Pero la mano posee un simbolismo universal; en el hinduismo y el budismo es uno de los principales Mudras (gestos simbólicos) llamado Abhaya (“sin temor”), idéntico a la representación de la Hamsa. Así, es frecuente ver a deidades hindúes o budistas presentando la mano derecha hacia el frente.
El nombre de «Mano de Fátima» tiene su origen en una leyenda de la tradición musulmana :
«El profeta Mahoma, fundador del Islam, tuvo una hija, la bella y virtuosa Fátima, a la que los musulmanes veneran con gran devoción. Se cuenta que en una ocasión, estaba Fátima muy ocupada en la cocina preparando la comida cuando su marido, el Iman Alí, llegó inesperadamente. Al oírlo, Fátima abandonó por un instante sus quehaceres y fue a recibirlo. Sin embargo, quedó fuertemente decepcionada y triste al ver que su esposo llegaba acompañado de una bella y joven concubina. Prudente, Fátima guardó silencio y atormentada por los celos, regresó a la cocina. Pero, inmersa en oscuros y tristes pensamientos, no prestó atención a lo que estaba haciendo: tenía una olla al fuego con caldo hirviendo y más atenta a su tristeza que a su trabajo, metió la mano dentro y empezó a remover el guiso. Tan absorta estaba que no sintió dolor alguno, pero Alí vio lo que estaba haciendo y, horrorizado, se abalanzó sobre ella gritando. Fue entonces cuando Fátima se dio cuenta de que se estaba quemando la mano y la sacó de la olla.»
Desde entonces, la «Mano de Fátima» se convirtió en un símbolo importante en el mundo musulmán. Se cree que trae buena suerte a sus habitantes y les dota de las virtudes de la paciencia y la fidelidad.
Es un talismán que se adapta fácilmente a la tradición de distintas culturas. En Asia, se considera particularmente poderoso para prevenir todo tipo de desgracias y enfermedades. En Occidente, se cree que además de proteger contra la ira, previene la infidelidad. En Norteamérica, es un protector contra los terremotos y catástrofes naturales. Se cuelga en las paredes de la casa para proteger a la familia y en el cuello si se quiere protección personal.
Las historias acerca de “La Mano de Fátima” me parecen fabulosas, pero me gusta más que sea un talismán usado por muchos pueblos en el mundo y cada uno de ellos le atribuya un significado distinto. Creas o no en este amuleto, su belleza es indiscutible. Así que si te hace sentido esta historia y tienes la posibilidad, consigue uno para que disfrutes de su energía. Dicen que usar un colgante de la Mano de Fátima nos brinda protección de todo mal, la palma de la mano detiene todas las influencias negativas que puedan surgir, nos protege de las enfermedades y atrae la buena suerte.
- La Divinidad en Hozier - 13 julio, 2024
- La Infoxicación y las Relaciones Interpersonales - 26 junio, 2024
- Gente Gentil - 17 junio, 2024