La Ñ!

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Hoy 12 de octubre celebramos el día de la Hispanidad, en algunos lugares el día de la Raza; se conmemora el acercamiento de dos continentes y la maravillosa mezcla cultural. La festividad recuerda que el 12 de octubre de 1492, el marinero Rodrigo de Triana, a las órdenes del almirante Cristóbal Colón, divisó tierra por primera vez tras un viaje de dos meses desde la Península Ibérica. Voy a aprovechar este día nacional de España para hablar de nuestro maravilloso idioma, este canal fabuloso que nos permite estar en contacto. Ya te he comentado acerca de mi amor y admiración profunda por el Castellano, aprovecharé este post para referirme al símbolo de nuestro idioma; la letra ñ.

La eñe es la decimoséptima letra del abecedario español. Su peculiaridad reside en que es exclusiva del castellano;  surgió de la necesidad de representar gráficamente un nuevo sonido, inexistente en latín. Nació en la época medieval, en los monasterios y en las imprentas donde se tenía la costumbre de economizar letras para ahorrar esfuerzo en las tareas de copiado y colocación de caracteres; la secuencia «nn» se escribía con una «n» muy pequeña denominada virgulilla encima de una «n» de tamaño normal: «ñ».

La eñe fue tomada del castellano por otros idiomas como el aymara, el bubi, el guaraní, el quechua o el tagalo. El inglés admite la ñ en préstamos del castellano como «cañón» (la grafía más común es «canyon»), «cañada» (en Cañada del Oro en Arizona), «jalapeño», «piñata» o «niño» (en la corriente marina y en la Oscilación del Sur El Niño). La última de sus conquistas se ha forjado en Internet. Su reconocimiento internacional ha llegado a los dominios virtuales, de los que había estado excluida sin más motivo que la inercia impuesta desde ámbitos informáticos anglohablantes.

ñ3El Castellano es el idioma oficial de veintiún países, es la lengua que más personas hablan en el mundo después del inglés y el mandarín. En todo el mundo hay más de 400 millones de nativos de español. Si amas, tanto como yo, nuestro idioma, preocúpate por cuidarlo y conservarlo; asegúrate de respetar sus reglas gramáticas y ortográficas. Muchas veces la inmediatez de la comunicación a través de las redes sociales, los chats o mensajes por el móvil hacen que no nos preocupemos por la redacción, pero tengamos en cuenta que para preservar nuestro idioma debemos utilizarlo de manera amorosa. Comprométete a aprender nuevas palabras, a pronunciarlas y escribirlas bien. La única forma que conozco para hacerlo es leyendo; trata de disciplinarte y lee todo lo que puedas… Recuerda que el idioma es la mejor oportunidad que tenemos para exteriorizar nuestra esencia.

Imágenes tomadas de Internet
Dulcinea
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