La Opinión de los Demás

Las redes sociales son un gran aporte para mantenernos conectados y comunicados, pero al mismo tiempo han creado una sociedad del postureo que vive creando realidades paralelas para mostrar lo maravillosa que es o que les gustaría que sea su vida. Una generación pendiente a la aceptación de los demás evidenciada a través de un like, un corazón o un comentario que nos afirme lo fabuloso@s que somos. Una sociedad de individuos que les resulta muy fácil emitir opiniones de manera ligera, sin pensar el daño que podrían ocasionarle a alguien.

Hace unos días me preguntaron ¿cómo afrontaba las críticas? …Creo que es un asunto de perspectiva y matices.  A mí me interesa escuchar la opinión de los demás respecto a la relación que nos une, y a los aportes constructivos que me brinden. Trabajo cada día en mi autocuidado y jamás vulnero mi autenticidad; por tanto no presto atención a opiniones que no tienen como intención el ayudarme a crecer,  a opiniones que se basan en el gusto personal.

Permitir que las opiniones de los demás dirijan y condicionen mi vida implica ceder mi poder personal, desconectando de mi esencia. Siento que no necesito la aprobación de los demás para actuar según mis gustos y convicciones. Pienso que la necesidad de aprobación proviene del miedo a no ser aceptad@s, y del miedo a hacernos responsables por nuestras decisiones, de asumir que somos nuestra propia autoridad.

Creo que es esencial encontrar la manera de reconectar y volver a nuestro centro Cuando cultivamos esta relación amorosa y la nutrimos constantemente, somos capaces de reconocer nuestro valor intrínseco y aceptarnos tal y como somos, con luces y sombras. Empezamos a percibir que nuestra grandeza no depende de la opinión ajena. Para evitar que la opinión deliberada de los demás nos afecte, es fundamental mantener la claridad, certeza y determinación en lo que hacemos,  la libertad de expresarnos de forma auténtica, teniendo en cuenta que:

  • Es imposible gustarle a todo el mundo.
  • Existen diversidad de opiniones, todas respetables en un contexto de respeto y tolerancia, tienen lugar para ser expresadas. Todas pueden coexistir.
  • No todas las opiniones tienen el mismo valor, por ello es indispensable filtrar las opiniones con discernimiento; aprendiendo cuándo y a quién escuchar.
  • Atender un consejo o recomendación no significa buscar la validación de alguien porque basta con la validación propia; somos nuestra propia autoridad.
Ilustraciones tomadas de Internet
Dulcinea
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