Las pausas siempre son necesarias

Vivimos muy a prisa, los días pasan entre arreglar, crear, resolver, reaccionar, atender, decidir y lograr una larga lista de tareas pendientes. Estamos muy conectad@s, concentrad@s, estresad@s, cada momento está dedicado al movimiento constante de una manera frenética y nuestros pensamientos giran en torno a qué sigue, qué es más importante hacer, ¿Qué haremos en la próxima hora, cómo solucionar este problema urgente, qué he olvidado?  Y todo esto es demasiado para nuestro cuerpo, mente y espíritu! Es necesario cambiar nuestros patrones, es hora de resetear y descansar.

Necesitamos hacer una pausa para relajarnos y disfrutar.  Alejarnos de la sobre estimulación, del esfuerzo, de las comparaciones, del ruido, del stress, del trabajo, de los pendientes, de las noticias, de los medios, de las redes sociales, de la perfección, de tener siempre el control. Necesitamos una pausa para fluir, para no hacer nada, para conectar con nuestro interior, para amar, para llorar, para simplemente Ser.

Relajarse es importante para contrarrestar el estrés diario y para no debilitar el sistema inmunológico. Debemos procurar comer alimentos frescos y saludables, dormir profundamente con pocas interrupciones, ejercitar nuestro cuerpo con regularidad, decir que no cuando sea apropiado, prestar atención a nuestras necesidades internas específicas en lugar de presiones externas, y mantener siempre una buena actitud.

«A veces, lo mas productivo que puedes hacer es relajarte»

Mark Black

Hacer una pausa en nuestras vidas es indispensable para vivir bien, para que nuestro cuerpo físico se renueve y funcione óptimamente y también para que podamos conectarnos con nuestra alma que está gritando para ser escuchada entre tanto ruido. El espacio del silencio nos permite conectarnos con la intuición, escuchar los mensajes que están allí para nosotr@s y mostrarnos el camino de vuelta a casa, a nuestro verdadero hogar. Nos permite conectarnos con la energía de la fluidez, intuición, placer.

Es posible interrumpir sus hábitos e introducir un deseo consciente de relajarse y descansar, incluso durante cinco minutos. Cuando cambiemos la actitud de estar demasiado ocupad@s para relajarnos, operaremos de una manera física, mental y conmovedora más óptima. Tratemos de reservar un tiempo para hacer una pausa, caminemos por la naturaleza, escuchemos música suave, disfrutemos de una peli, tomemos un baño relajante, disfrutemos del ahora con una fabulosa taza de té.

Dulcinea
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