8 julio, 2016 por

Motivación

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¿Te has sentido desmotivad@? Algunas personas atribuyen la desmotivación con la falta de inspiración, el aburrimiento o la desidia. Creo que aunque son conceptos muy parecidos, no son iguales. En realidad nunca estamos desmotivados, sino que nuestra motivación se dirige a otros lados que difieren con lo que estamos buscando.

La motivación es ese motorcillo interno que nos impulsa a conseguir nuestros objetivos. Son las razones que nos llevan a tomar acción, ya sea por necesidad o deseo, comanda nuestra intención y nuestro entusiasmo.  Por ejemplo, cuando queremos adelgazar y empezamos un régimen, nos motiva la idea de perder esos kilos de más; cuando entrenas mucho para ser seleccionado en un equipo deportivo; o cuando estudias mucho  para salir sobresaliente etc. Nos pasa que nos trazamos una meta que nos hace ilusión pero conforme pasan los días vamos perdiendo el impulso y caemos en viejos patrones limitantes; nos cuesta mantener la motivación el tiempo suficiente para materializar nuestros deseos.

No te preocupes tanto, a todos nos ha sucedido!. Lo importante es enfocarnos, planificar, tener expectativas realistas y ser perseverante. Pero,  ¿cómo debemos hacer para sentirnos motivados hasta el final de nuestro proceso?

Primero debemos fijarnos un objetivo, cuál será nuestra meta, a dónde queremos llegar. Es fundamental ser específico, para poder planear las acciones que nos llevaran a alcanzar esa meta. También debemos ser realistas para poder cumplir y no sentirnos frustrados por algo que era imposible!!. Sugiero dejarlo por escrito, a mí me funciona muy bien, porque las palabras se las lleva el viento, además porque cuando algo se escribe es como un compromiso.

Todo cambio requiere autodisciplina, necesitamos ser consecuentes con nosotros y  no apartarnos de nuestro propósito. Tal vez te funcione caminar un paso a la vez, es decir, dividir nuestro objetivo pequeñas tareas que vayamos cumpliendo. Yo les llamo mis checks y me encanta celebrarlos. Este método me aporta confianza, seguridad, ánimo y motivación para seguir haciendo la tarea.

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¿Y qué pasa si en el camino cometo un desacierto?, como salirte de la dieta o tener una mala calificación o no ir a entrenar una semana. Pues no pasa nada!!! Me vuelvo a comprometer, reoriento el rumbo y me enfoco nuevamente. No juzgues la situación y suelta las expectativas. Creo que no se vale martirizarnos, ni ser tan críticos, perdonémonos y de vuelta al ruedo!

¿Y si vuelves a incumplir tus metas?, aquí es recomendable hacer un alto en el camino y preguntarte si estás realmente comprometid@ con tu objetivo. Siempre es importante aprender de los errores, así que no interpretes nada como un fracaso sino como una oportunidad para aprender algo nuevo sobre ti mismo.

Confía en tu capacidad de ejecutar una idea,  actúa con disciplina y atrevimiento. Muchas veces sucede que cuando tenemos una idea y le damos mucho espacio para que dé vueltas, esa idea pierde definición, colores y la emoción con la que nació.  Pero, ¿Cómo podemos saber cuándo es momento propicio para cada cosa?; solo sigue tu intuición, no lo pienses tanto. Cuando sientas el impulso de tu alma, confía en ello; dale un voto de confianza a tu voz interior.

Mantener la motivación es un ejercicio de largo aliento, así que ánimo, con actitud positiva; confía en tu poder personal, en que Si quieres algo, puedes obtenerlo. Manifiesta tu deseo con determinación; toma acción para que eso suceda. El poder está en tus pensamientos.

Ilustraciones tomadas de Internet

Dulcinea
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