20 mayo, 2014 por

Namasté

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De la India me gustaron muchas cosas; la comida, la cultura, los templos, los inciensos, la filosofía de vida y la espiritualidad que se respira por todas partes. Pero lo que más recuerdo es la palabra Namasté, que escuche por primera vez en un restaurante en la ciudad de Bombay. Cuando regrese de ese espléndido recorrido, volví a escucharla en mis relajantes sesiones de yoga y hoy la oigo por todas partes. Me encanta que este presente en mi día a día.

Namasté es un saludo que se originó en la India; luego se expandió por todo el sur de Asia. La palabra tiene una importante connotación de respeto; normalmente se acompaña por una inclinación ligera de la cabeza hecha con las palmas abiertas y unidas entre sí, ante el pecho, en posición de oración. Este gesto se considera un “mudra”, que es la posición de oración en las religiones orientales.Unir las dos manos elimina las diferencias con la otra persona a la que reverencia, y se conecta con ella. La mano derecha representa la naturaleza más alta, la espiritual, mientras que la izquierda representa el ego mundano. La inclinación de la cabeza es una indicación simbólica de respeto.

El vocablo namaste está compuesto por dos términos; namas, que se refiere a la reverencia y que deriva de la raíz nam, que significa inclinarse. Té, es la segunda persona “a ti”. Por tanto, la traducción literal sería ‘reverencias a ti’.

La palabra Namasté es hermosa porque nos permite reconocer la bondad de otros, sin egoísmos ni segundas intenciones. Nos abre las puertas para comunicarnos desde el corazón.

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Imágenes: Internet

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