Obstáculos en nuestro camino espiritual

Decidir que queremos comprometernos con el camino espiritual se dice rápido y pronto; pero puede ser muy difícil cumplir con nuestro compromiso. A la primera señal de problemas, fácilmente podríamos dejar el camino a favor de un estilo de vida que no nos desafíe tanto, pero si lo hacemos, nos perderemos todas las cosas increíbles que están disponibles para nosotr@s y eventualmente nos daremos cuenta de que hemos tomado un camino equivocado.

 “La espiritualidad no es adoptar más creencias y suposiciones, sino descubrir lo mejor que hay en ti.”

Amit Ray

Me gustaría compartir contigo algunas situaciones que podrían distraernos del camino espiritual, considerando que nuestra búsqueda espiritual debe ser diligente y sostenida porque hay muchos elementos distractores que pueden detener nuestro progreso si se lo permitimos.

Cuando nos invade la fatiga, pereza y complacencia; estas tres situaciones pueden detener nuestro progreso, relajarnos en demasía y pensar más en el yo impulsado por el ego que en nuestro camino o en las personas a las que queremos ayudar. Si cedemos a la fatiga, puede quitarnos la inspiración y alentarnos a hacer poco más que sentarnos en el sofá, ver nuestros programas de televisión favoritos y, en general, no lograr nada. La pereza complementa la fatiga, porque nos anima a ser improductivos durante largos períodos de tiempo.

La complacencia es la guinda del pastel que nos anima a no preocuparnos de que ya no estamos haciendo nada. La complacencia puede fomentar largos períodos de pereza descuidada, y si podemos reconocer y tratar de combatir la fatiga tan pronto como comienza a afectarnos, podemos continuar con nuestro trabajo interior.

Cuando sentimos que todo va cuesta arriba. Hemos escuchado de prácticamente todas las fuentes espirituales que somos infinitos, y que, si tenemos amor en nuestros corazones y podemos perseverar en tiempos de problemas, no hay nada que no podamos hacer. Esto incluye mantenernos al día con nuestras prácticas espirituales (yoga, meditación, oración, etc.), pero podemos convencernos fácilmente de que seguirlas es demasiado difícil.

Si nos convencemos de que no podemos seguir adelante, naturalmente abandonaremos y no reaccionaremos hasta que una vez más encontremos la motivación para volver a intentar. Nadie fracasa hasta que nos permitimos fallar, y cuando se trata de nuestra espiritualidad, eso es lo último que queremos hacer. Si nos tomamos en serio la elevación de nuestra conciencia, entenderemos rápidamente la importancia de la dedicación y de negarnos a rendirnos.

Podríamos sorprendernos de lo mucho que podemos lograr si seguimos adelante, y antes de darnos cuenta, estaremos en un lugar más alto cada día y nuestro resplandor se hará evidente para todos los que nos rodean.

Cuando nos olvidamos del amor. Mencioné el amor antes, y puedo decir por experiencia que olvidar llamarlo puede hacer el viaje más difícil; especialmente si la creatividad es una gran parte de ella. En mi opinión, no podemos tener verdadera creatividad o espiritualidad sin amor, y el amor hace que sea más fácil seguir adelante en tiempos difíciles. El amor nos da la inspiración para seguir adelante cuando nuestro estrés se acumula y no nos sentimos muy iluminados o inspirados, y apartarnos de él es apartarnos de la mayor fuente creativa, espiritual e inspiradora que nos rodea. El viaje es mucho más fácil y valioso cuando tenemos amor, y sin él, la vida puede parecer vacía y vacía, y no en el buen sentido.

Muchos maestros espirituales fomentan el vacío, pero el amor ofrece un tipo único de vacío donde la mente está vacía (como debe estar) pero el corazón está lleno de inspiración, creatividad y la voluntad de abordar nuestros desafíos más difíciles.

Seguiremos teniendo una mente clara, abierta y vacía, pero también estaremos alineados con la fuerza creativa que es responsable de nuestra existencia, la existencia de nuestro planeta y, en mi opinión, todo lo que creamos. Todo proviene del amor, y lo entenderemos cuando hayamos realizado el trabajo interior más potente que nos da acceso a dimensiones superiores donde todo es más claro y sorprendente.

Cuando nos distraemos con los estímulos de nuestro alrededor. Probablemente no necesites que te diga cómo nuestra cultura dominante puede distraernos del camino. Imagina que es viernes por la noche y te sientes inspirado para meditar, escribir un artículo o componer música. Pero decides engancharte a una serie o una peli que te han recomendado. No digo que este mal, solo quiero invitarte a analizar cómo te sientes una vez que hayas terminado de disfrutar de esa serie. Dependiendo del tipo de contenido que veas, podrías sentirte fatal o sin ninguna inspiración para hacer cualquier cosa que tenga que ver con tu espiritualidad.

Mucho contenido disponible en las redes y la tele y en Internet tiene información que nos puede alterar o no edificar con nuestro desarrollo espiritual. Aquí te cuento una experiencia personal; el año pasado seguía un hilo en redes en donde se hablaba de algunos youtubers, confieso que me divertían mucho los comentarios, pero al mismo tiempo me cuestionaba por qué consumía ese contenido, si lo único que hacían era criticar y hablar mal de personas que ni conocían, Fue entonces que me di cuenta que esos hilos que me entretenían tanto, me estaban alejando de quien quiero ser; entonces supe que eran una distracción que no me representaba. Tú también tienes que hacer tu trabajo personal y hacer una limpieza profunda de aquello que no se alinea contigo, por más que sea divertido.

Cuando sentimos soledad. Nuestro camino espiritual es único y personal. Siento que la soledad esta estigmatizada, las personas sufren porque se sienten solas, pero si lo piensan en realidad, nunca estamos sol@s, siempre estamos con nosotr@s mism@s, y eso es fabuloso!. Siempre he pensado que, si no somos capaces de pasar tiempo a solas, entonces no podremos valorar y agradecer la compañía de los demás.

El camino se volverá más fácil a medida que aprendamos a evitar las cosas que nos impiden avanzar y aceptar las cosas que elevan nuestro progreso, superando los obstáculos que se interponen en nuestro camino. Ya no nos sentiremos desconectados de nuestro centro, nuestra conciencia superior o cualquier otra cosa que nos libere, y con nuestra conexión alimentada por el amor intacta, podremos emerger al mundo y tener un impacto positivo en los demás.

Por ahora, tengamos en cuenta lo que nos ayuda y lo que nos pone a prueba en el camino, invoquemos nuestro amor interior para facilitar las cosas. El amor siempre está aquí para nosotr@s, y puede ayudarnos a superar los desafíos que de otra manera podrían derribarnos. Invocarlo de manera rutinaria puede hacer la vida más fácil, fluida y valiosa, y disfrutaremos de todos nuestros desafíos cuando los abordemos con amor y la voluntad de apegarnos a nuestra espiritualidad frente a todas las adversidades.

Dulcinea
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