Personas que son puentes: esos encuentros que te cambian la vida sin planearlo

Hay personas que llegan a nuestra vida sin previo aviso, como un susurro del universo, y aunque su paso sea fugaz, dejan una huella imborrable. Les llamo personas puente. No siempre se quedan, no siempre forman parte de nuestro día a día, pero su presencia, sus palabras o su ejemplo tienen el poder de abrirte puertas, sacudir tus certezas o, simplemente, invitarte a mirar la vida desde otro ángulo.

A veces esos encuentros ocurren en una cafetería, en un viaje inesperado, en un pasillo cualquiera incluso en entornos digitales. Quiero contarte algo que me pasó hace un tiempo. En medio de esos días donde el algoritmo parece solo llenarte de noticias grises, apareció un perfil distinto. Era alguien que, sin presumir, compartía su amor genuino por los libros. No solo recomendaciones vacías, sino fragmentos que te hacían pensar, preguntas que te removían, reflexiones que te abrazaban. Recuerdo que una de sus publicaciones decía: «Los libros no siempre resuelven, pero siempre acompañan». Esa frase se quedó conmigo. Me hizo recordar por qué leo, por qué escribo y por qué, incluso en los momentos más inciertos, un libro puede ser ese refugio, esa luz o ese empujón que tanto necesitas.

Esa persona fue un puente que me conectó con la inspiración, que me recordó lo poderoso que es compartir desde el alma y que, sin saberlo, me devolvió las ganas de sumergirme en los libros que tenía olvidados en el estante.

Con el tiempo entendí que las personas puente no llegan solo a inspirarte en lo profesional o en lo emocional; a veces su función es más sutil: recordarte tu propia esencia. A veces nos desconectamos tanto de lo que somos, que necesitamos que alguien, incluso un desconocido al otro lado de la pantalla, nos devuelva el reflejo de lo que amamos, de lo que nos enciende, de lo que nos define.

Y así funciona la vida… A veces no necesitas grandes encuentros ni vínculos eternos. Basta un mensaje, una mirada, un perfil, una frase. Las personas puente aparecen cuando menos lo esperas. Te abren caminos, despiertan algo en ti, y luego, si es necesario, siguen su rumbo.

Lo importante es reconocerlas, agradecer su paso y, quién sabe, quizá ser ese puente en la vida de alguien más.

¿Tú recuerdas a alguna persona puente que te haya inspirado?

Dulcinea
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