El Poder de los Abrazos
Por motivos de estudio, tuve que mudarme muy lejos de casa a un lugar fabuloso y ajeno. Al principio fue difícil adaptarme a mi nueva vida, pero poco a poco me fui acostumbrando a mis nuevas rutinas; fui haciendo míos los espacios y todo fluyó de manera natural. Meses después, me di cuenta que hacía mucho no abrazaba a nadie; que lo que más añoraba eran los abrazos a mi familia y amig@s y desde entonces valoro mucho el significado de cada abrazo.
Un abrazo es una caricia del alma, un intercambio de cariño, una fabulosa forma de comunicación que no necesita de palabras, es magia pura porque comunica en un maravilloso silencio. Todos necesitamos dar y recibir abrazos como parte de nuestras demostraciones de amor, nos ayudan a reforzar nuestros lazos, mejoran nuestra autoestima, disminuyen el stress, nos dan la sensación de protección y seguridad, trasmiten energía, mejoran las relaciones interpersonales y promueven la sensación de tranquilidad.
Un abrazo es una expresión de nuestra emoción, un intercambio de energía y de cariño. Lo concibo como el puente que nos acerca a la orilla de otros, acortando nuestras distancias. Siempre pensé que los abrazos eran parte de nuestra necesidad de contacto físico; pero una amiga me enseñó que no es así; a través de sus chats y mails me envía abrazos de luz, que son aquellos que nacen en lo más profundo de nuestro espíritu, conectando toda nuestra existencia con el amor que vive en nuestro corazón; logrando una vibración de energía con nuestro Ser Interior y produciendo una iluminación que va más allá de todas las barreras y expectativas que podamos imaginar.
Todos los seres humanos estamos hechos de espacios de luz y sombra; en resumen la sombra es todo aquello que escondemos bajo la alfombra, lo que no nos gusta de nosotros y la luz todas nuestras cualidades. Ninguna es mala ni buena, ambas son parte de nosotros y nos dan el equilibrio. Los abrazos de luz tienen la intención de iluminar nuestra sombra, de bendecir, dar amor, energía y buenas vibras.
Te propongo un ejercicio: piensa ¿a cuántas personas has abrazado hoy?. Reconoce en la importancia de ese fabuloso intercambio de energías y abraza a todas las personas que puedas con el corazón. Aprovechemos que es diciembre y abracemos todo lo que podamos. Inicia tu día abrazándote y en adelante hazlo con muchas personas, también puedes abrazar a tus mascotas y a los árboles . Y no olvides de enviar muchos abrazos de luz a través de tus espacios virtuales.
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