Rafael, el ángel sanador
Como ya te he comentado en publicaciones anteriores los ángeles son mensajeros de Dios, encargados de ayudar a los seres humanos en su evolución personal y espiritual, protegen nuestro camino, protegiéndonos de las adversidades y nos ayudan a cumplir nuestros propósitos de alma en esta experiencia humana. Cada 24 de octubre se celebra el día del Arcángel Rafael, el sanador; y quiero dedicar este post a él y a su fabulosa energía, capaz de darnos tranquilidad.
Algunos meses atrás, me tocó vivir dos episodios de mucha angustia y zozobra; el primero por unos exámenes médicos a los que se sometió mi madre, fueron días muy intensos en los que me encomendé con mucha devoción y dedique mis meditaciones al Arcángel Rafael; milagrosamente todo salió muy bien y mi madre goza de muy buena salud. El segundo, una semana después de lo de mi madre; mi cachorro Jack enfermó, todo indicaba que había contraído Parvovirus, una enfermedad mortal para los perros. El veterinario había salido de la ciudad y como era fin de semana no hallaba a ninguno que se pudiera hacer cargo. Entonces pedí con mucha devoción al arcángel Rafael no permitiera que mi cachorrito sufriera y que lo sanara. Le di a mi perro una medicina para la fiebre y algunas pastillas que me recetó un médico por teléfono. Milagrosamente mi baby se curó. Honestamente sentí la energía sanadora de Dios a través del arcángel Rafael.
El nombre Rafael significa Curación de Dios. No solo se refiere a la salud del cuerpo, sino también a la salud del alma; ayuda al ser humano a mantener el balance de las emociones y la salud del cuerpo. Casi siempre es representado en como un peregrino, en referencia a la historia bíblica de Tobías, quien hizo un viaje por encargo de su padre, el arcángel liberó al joven de un pez que intentaba devorarlo y le indica que guarde el corazón, el hígado y la hiel, para utilizarlos como medicinas. Luego utilizó el resto del pescado como alimento durante su viaje. Le enseñó que colocando el corazón del pescado sobre las brasas, el humo ahuyentaría los demonios que podrían atentar contra él y que la hiel colocada sobre los ojos de su padre, le devolverán la vista perdida.
San Rafael viste un atuendo con cinturón, tiene en la mano derecha un bastón con la forma de cetro, siempre preparado para el viaje y ceñido de verdad, el cetro simboliza el apoyo y el sostén y la seguridad que el arcángel aporta a todos aquellos que solicitan su ayuda y su asistencia en las necesidades. El bastón que lleva representa la voluntad y el apoyo espiritual necesarios para recorrer el camino de la vida. También nos habla de la autoridad espiritual que desvía y transforma las influencias negativas.
Muchas veces está vestido de verde, el color de la naturaleza, la esperanza y la regeneración; además color de la abundancia y la salud, asociado con la ecología y la protección de la Madre Tierra y sus criaturas. El verde es el cuarto color de los rayos del arco iris y el que está en el medio de los otros colores. Transmite armonía y ayuda a desarrollar la visión divina. Representa la fertilidad creadora y el balance del mundo. Por medio del color verde, él nos enseña el camino hacia el amor por el prójimo, la compasión, el balance y la inspiración para ayudar a otras personas a sanar. Nos ayuda a relajarnos y encontrar la calma interior en cualquier momento que lo necesitemos.
San Rafael debe ser invocado para que nos asista en todas nuestras enfermedades y contra los poderes del mal, también para concretar viajes. Debemos orar e invocarlo, él cuidará de todos los males del cuerpo y el alma y nos sacará de apuros. Podemos invocar su energía en nuestras meditaciones encendiendo una vela verde y vistiendo ropa o accesorios del mismo color. Así podremos encontrar calma, mejorar nuestras relaciones con otras personas, aplacar una migraña, trastornos digestivos, estrés, tensión, o cualquier tipo de dolor. También nos puede ayudar en temas de fertilidad. Confía y no olvides de agradecer!!
Ilustraciones tomadas de Internet
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