Dedicamos mucho tiempo a todo lo que ocurre a nuestro alrededor porque es lo que vemos, lo que captamos a través de nuestros sentidos y confiamos en que es real. Pero al mismo tiempo, pienso que es fundamental ser conscientes que el punto de partida de todo somos nosotros, lo que tenemos dentro. El Yo Interno es mucho más que nuestros órganos y nuestro cuerpo; son también todas nuestras creencias, nuestra espiritualidad, nuestra consciencia, nuestros deseos, nuestras emociones, nuestra esencia, nuestro poder personal.

Así como nos preocupamos de cuidar nuestro cuerpo, debemos priorizar alimentar adecuadamente nuestra alma. El Yo Interno tiene una perspectiva honesta de la vida, no se enfoca en la supervivencia ni en lo que el mundo exterior manda por convenciones sociales; es el mando de nuestra vida, nuestra propia sabiduría, todo lo que hay bajo nuestra piel. Es a lo que yo llamo la voz de mi alma.

Muchas veces nos enfundamos en largos debates, quejas, críticas y discusiones acerca de las sociedades; pero no prestamos atención que las sociedades están compuestas por personas. En realidad el objeto de análisis debería partir por el individuo. Nada puede cambiar si no empezamos por nosotros mismos porque para tener consciencia global debemos ser conscientes de nosotros;  por ello es fundamental que todas las personas presten atención a su interior.

Todo empieza por casa, en nuestro núcleo interior. Es ahí donde inicia la trasformación global. Anhelamos la paz mundial, pero para conseguirla primero debemos hallarla en nuestro interior, en nuestro entorno. Por ejemplo, queremos la paz, pero tenemos malas relaciones con nuestros vecinos, conducimos con agresividad, estamos enojados,  nos alteramos con facilidad, criticamos a todos los que nos rodean, peleamos con nuestra familia y pareja. Entonces nuestra actitud no contribuye en nada a ese gran anhelo.

Debemos trabajar en nutrirnos de amor, construir relaciones armoniosas, dando buena influencia a nuestro alrededor. Pero, no es una tarea fácil; todos tenemos conflictos personales pero debemos aprender a aquietar nuestra mente, controlar nuestro ego, meditar, caminar, conectar con la naturaleza, sosegarnos y entender que nada es tan importante como la paz interior. Eliminemos los conflictos innecesarios en nuestras vidas y vivamos en armonía, aportemos a nuestro bienestar.

Dedica parte de tu vida a nutrir tu alma a través de un libro interesante, una peli inspiradora, música, paisajes, una fabulosa charla con tus amig@s, un espectáculo, terapias, cursos, talleres, meditación, oración, arte y todo aquello que aporte nuevas ideas que permitan reflexionar sobre temas profundos, que te aporten nuevas perspectivas rumbo a la vida que quieres para ti. Solo dedicando tiempo al desarrollo de nuestro interior, de hacer conscientes todos nuestros procesos internos; podremos reconectar con nuestra verdadera esencia, alejados del ruido y las imposiciones de nuestro entorno. Aprendamos a reconocernos, a amarnos, a dar lo mejor de nosotros, a ser libres, a expresarnos sin censuras.

Siempre he pensado que soy el reflejo de mi alma, que todo lo que soy es el resultado de la conexión con mi mundo interior. Mi ser interior se refleja en mi exterior y se proyecta  a la sociedad en la que me desarrollo.

Ilustraciones tomadas de Internet

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Redactora en La Ruta de Dulcinea

Hola soy Dulcinea, quiero darte la bienvenida a este maravilloso espacio creado con mucho amor, desde donde me interesa conectar y compartir contigo para tratar temas cotidianos que contribuyan a nuestro crecimiento interior. Mi compromiso es mantener una comunicación fluida a través de las publicaciones, ofreciéndote novedades todas las semanas!!… Bienvenid@ y gracias por ser parte de la Ruta de Dulcinea!!!

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