Reflexiones de éxito
Ayer tuve un magnífico reencuentro con amigas de la facultad; algunas no nos habíamos vuelto a ver desde que terminamos la carrera y teníamos mucho que contarnos; hablamos de todo un poco y terminamos reflexionando acerca del verdadero significado del éxito profesional. Llegamos a la conclusión de que contrario a todo lo que se piensa habitualmente, el éxito está bastante distanciado del dinero y el prestigio. No tiene que ver de vestir ropa de marca, ni tener coches lujosos, tampoco de teneruna colección de grados y títulos académicos, ni con ganar más dinero que los compañeros con los que estudiaste. El éxito tiene que ver con el equilibrio, se trata de poder ir a la cama en paz con nuestra conciencia tranquila. Todos tenemos la capacidad de ser exitosos en nuestras vidas, siempre que tengamos como punto de partida la humildad y docilidad y que seamos conscientes que desde nuestro lugar podemos aportar algo muy valioso al mundo.
El éxito tiene relación directa con tu satisfacción personal, con ser próspero, con tus valores. Según la cultura japonesa, el éxito está basado en cuatro pilares: “El bien ser”, que se refiere a trabajar en ser una persona íntegra, honesta, servicial; “el bien hacer”, tiene que ver con el esfuerzo personal para hacer todo lo que emprendemos; “el bien estar”, orientado a valorar y agradecer lo que tenemos; y “el bien tener”, desde donde se proyectan nuestros sueños.
Es importante reconocer que el éxito no es un destino, es nuestro camino de vida; que nace y se construye a partir de nosotros mismos; de nuestra esencia. No tiene que ver con reconocimientos públicos, poses, ni conductas demostrativas. Es fundamental desarrollar la asertividad, proactividad, tolerancia a la frustración y al fracaso; para tener éxito primero tenemos que fracasar; solo así seremos capaces de disfrutar de nuestro éxito sin perder nuestras perspectivas.
Aunque siempre los hemos concebido como antagónicos, conceptos como éxito y fracaso, tienen mucho en común. Ambos llaman la atención a nuestro alrededor, es decir que si por general, tenemos un perfil bajo o pasamos desapercibidos; cuando tenemos éxito o fracasamos a ojos de los demás, llamamos automáticamente la atención. En ambos casos, la solución es no perder nuestro centro, recordemos que todo aquello que nos aleje de la realidad representa un peligro porque nos aleja de nuestra esencia.
Creo que el éxito profesional esta asociado con la plenitud, con la constancia y perseverancia; con el ánimo y el entusisamo, con el desarrollo personal, con nuestro aprendizaje y evolución. Lo más importante es estar orgullosos de lo que hacemos, ser felices con nuestras actividades y sobre todo jamás traicionarnos. Vivir nuestras vidas comandados por la honestidad y agradecimiento con nuestro alrededor.
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