Semillas de Honestidad

Se dice que la honestidad es la mejor política para conducir nuestras vidas. Ser honesto con los demás y contigo puede ser un desafío. Debemos trabajar en ser sensible a los sentimientos de otras personas y enfrentar verdades incómodas. La honestidad es el valor que nos permite vivir una vida congruente, es decir, que lo que pensamos, sentimos y hacemos está en sincronía.

Te voy a contar una historia, que me dejo grandes aprendizajes y también te puede inspirar. Había una vez un anciano que era el director general de una empresa multinacional. Estaba en la etapa de retiro. Había puesto todos sus esfuerzos para hacer de esta empresa un gran éxito. Por eso quería a alguien verdaderamente capaz que pueda ser su sucesor. Cierto día decidió convocar una reunión de sus trabajadores, les dio unas semillas y les pidió que las sembraran en una maceta, que cuidaran de ellas y que en el lapso de un año las llevaran de vuelta. La persona que tuviera la planta más alta y saludable del grupo sería nombrado director general de la empresa.

Todos estaban muy contentos porque tenían la oportunidad de ser CEO de la empresa multinacional. También había asistido una jovencita llamada “Miguelina Sánchez”, encargada de limpieza, quien también estaba muy entusiasmada con el reto. En el momento en que salió de la oficina fue al vivero a comprar una maceta para la semilla. Cuando llego a su casa conto a sus padres el reto y ellos le aconsejaron que debía cuidar la semilla sin descuidar su trabajo en la casa y la oficina. Después de semanas de cuidado y dedicación, la semilla no brotaba. Miguelina iba perdiendo la esperanza, su ilusión se iba marchitando. Después de 6 meses Miguelina había pasado por todos los estados de ánimo respecto a la semilla, estaba molesta y frustrada; pero su novio le aconsejó que no se enojara y siguiera haciendo el buen trabajo para la compañía.

Se cumplió el año y los empleados debían llevar las semillas al CEO de la compañía. Miguelina sentía mucha vergüenza porque en su maceta no había más que tierra seca; aun así, decidió ser honesta y llevar su maceta a la oficina. Fue víctima de muchas burlas de sus compañeros, quienes tenían plantas hermosas. Cuando llego el Director pregunto a Miguelina lo que había sucedido; y ella le explico. Entonces el Director le dijo que ella quedaba fuera de la competencia. La verdad es que Miguelina no se esperaba menos. Minutos después se anunció que el nuevo CEO de la compañía era “Miguelina Sánchez”. Los trabajadores se sorprendieron y preguntaron antiguo director general por qué ella había ganado el reto si no habían brotado sus semillas. El explico que lo que más valoraba en el mundo era la honestidad y Miguelina lo había demostrado; por tanto, ella era la única capaz de convertirse en la sucesora de la empresa.

Todos decimos mentiras alguna vez, ya sean pequeñas o grandes, pero lo importante es aceptar nuestras acciones. La verdad puede ser un poco amarga en algún momento, pero se vuelve más dulce a medida que avanzamos. Una mentira puede ser más dulce en un momento, pero se vuelve amarga a medida que avanzamos. Así que sé honest@ contigo y con tu entorno. La honestidad es el primer paso para hacerte cargo de ti, de tus relaciones interpersonales y de vivir una vida plena.

Dulcinea
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