Soberanía del Sufrimiento
El sufrimiento no tiene nombre. Podrías llamarlo dolor, angustia, daño, crueldad, traición, etc. Tiene múltiples formas y varias caras. Internamente se percibe de muchas maneras, relacionado con la biología de diferentes maneras, la psicología y el sistema de creencias. Los seres humanos aprovechamos una conciencia universal, de modo que, si una persona sufre, todos sufrimos.
Cada persona en este planeta se ha sentido herida de alguna manera, es parte de la condición humana. ¿Se puede escapar? Difícilmente. Ser humano, es sufrir el mismo destino.
Hay una frase que te invita a una reflexión muy profunda, léela, interiorízala y analiza cómo te sientes con ella:
Es imposible evitar sentirse herido a menos que alcances un estado de » iluminación «.
En cuanto a sentirse herid@ a manos de otras personas, en un nivel fundamental, solo pueden hacerlo si se lo permitimos. Somos responsables de lo que sentimos, sin justificar las acciones de otr@s. A nivel personal, algunas veces recuerdo con tristeza cómo algunas personas se han comportado conmigo y con los demás. He sentido que su crueldad no tenía justificación y repudiaba su impunidad. Me preguntaba ¿Puede otra persona realmente lastimarte? ¿Alguien tiene ese derecho? La respuesta es Sí. Si se lo damos.
En un nivel práctico, ¿no son aquellos que infligen sufrimiento a otros las mismas personas que necesitan nuestra ayuda y compasión? En nuestros corazones, ¿cómo podemos sentir este nivel de amor incondicional de santo? ¿Es eso posible? ¿Cómo sanamos de la crueldad, el sufrimiento y la desesperación?
Las personas más sensibles se lastiman más fácilmente, y en realidad no es solo una cuestión de permitir. Creo que es un camino y un viaje de maduración. Siempre estamos desarrollándonos como seres humanos. Nunca dejamos de aprender y evolucionar. Cuanta más experiencia se gana con el sufrimiento, más sabiduría, empoderamiento y comprensión.
En un nivel místico, todo se elige, entonces todo es responsabilidad. Entonces, desde un nivel espiritual, ¡realmente no hay víctimas! He sentido el dolor de ser víctima, pero soy consciente de que es una ilusión, y quizás lo que llamamos ego. Tengo sentimientos, emociones, soy un ser humano después de todo, ¡no una estatua! Lo he superado, pero no soy inmune a volver a sentir ese dolor.
Es importante ser conscientes del tiempo de nuestros procesos, ya sea para fluir con ellos y ser paciente, y también para saber identificar cuándo ha sido suficiente y es necesario avanzar. Esto es una decisión. Puedes elegir hacer un proceso toda tu vida repasando una y otra vez los problemas, alimentando el drama y convirtiendo tus bloqueos incluso en algo cómodo. Creo que todos podemos contar de algún proceso personal que hemos experimentado en el cual nos dimos cuenta que las cosas no se solucionarían por el solo paso del tiempo. Hoy reflexiona acerca de esta decisión. Hoy puedes tomar la decisión de avanzar hacia tu madurez emocional y espiritual. Hoy puedes decidir que esto ha sido suficiente y que a partir de hoy intentarás algo distinto, probarás esa acción que has estado rehuyendo, decidirás desintoxicarte del drama y hacerte cargo de tu vida. Hoy se trata de tomar esta decisión para movernos de etapa, para avanzar siguiendo nuestro corazón.
Si alguien tiene poder sobre otra persona y abusa de él, entonces puede afectar su vida. Siempre hay un reflejo espiritual de lo que experimentamos en un sentido físico. Nada sucede por accidente sin sus lecciones. No significa que debamos obsesionarnos con cada detalle. Los patrones se presentan con un propósito y siempre hay una lección subyacente.
«Cuando otra persona te hace sufrir, es porque sufre profundamente dentro de sí mismo@, y su sufrimiento se está desbordando. No necesita castigo; él necesita ayuda. Ese es el mensaje que está enviando»
Thich Nhat Hanh
Hay una herida primordial en cada ser humano que viene del miedo a no ser amado. El reflejo de este miedo es el corazón cerrado y la voz interior que juzga. Un corazón cerrado no es capaz de encontrarse con otro, ni de sentir real compasión, coraje ni ejercer la propia vocación. Lo bueno es que este estado no es absoluto ni permanente.
Además de generar compasión por los demás (manteniéndolos en nuestras oraciones, por ejemplo). Es importante protegernos de las personas que sin saberlo nos agotan o nos hacen sentir mal en nuestra vida privada y profesional. Esto requiere el establecimiento de límites conscientes y la conciencia de la responsabilidad propia. Estar abiert@ a la posibilidad. Ser amable con otr@s.
- El Hilo Rojo: Más Allá del Destino - 7 enero, 2025
- Lo que traen los Reyes Magos - 3 enero, 2025
- Vivir en el presente es un acto de valentía y libertad - 18 diciembre, 2024