13 septiembre, 2022 por

Tiempo de cambios

Durante los últimos 2 años y medio hemos experimentado lecciones que nos han pedido expandirnos, buscar nuevas oportunidades y cambiar. Esta expansión ha estado ocurriendo dentro y fuera de nosotr@s. Viajar dentro de nosotros mismos o explorar la realidad física de una manera nueva ha sido un tema prioritario. Básicamente se trata de dejar atrás lo que ya no encaja, lo que no nos vibra o no nos hace sentido.

Por ejemplo, piensa en los niños. Cada año aprenden más sobre sí mismos y sobre la vida. Cada año les queda pequeña la ropa, ingresan a un nuevo grado e incluso sus cuerpos físicos cambian. En cierto modo, nuestros cuerpos emocionales han ido creciendo como niños. Hemos entrado en un nuevo «grado», por así decirlo. Tenemos algunas prendas que ya no nos quedan y necesitan ser donadas. Obviamente, es una analogía, pero mi objetivo al escribir este artículo es transmitir que los vientos de cambio han estado soplando con fuerza. Tal vez nos mudamos, dejamos una relación o cambiamos de carrera.

Sin embargo, este tiempo de cambio nos ha afectado o aún podría estar afectándonos, pero debemos ser conscientes de que todo está alineado con el plan superior. Todo pasa y viviremos tiempos más estables. La vida es dinámica, siempre en constante cambio y por lo tanto, adaptable. Por eso, aceptar la transitoriedad de las realidades nos ayuda a practicar el desapego y, de esa forma, vivir con más consciencia el momento presente, sin perdernos en el pasado o en el futuro.

Ahora es el momento de asentarnos en nuestras realidades y comprender que todo esta en constante cambio, pero que debemos ser flexibles y alinear nuestros verdaderos deseos. Pensemos en los últimos 2 años y medio y celebremos lo lejos que hemos llegado y trabajemos en allanar un camino nuevo, emocionante y sólido.

Dulcinea
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